La vida.

La vida llega a los hombres
con la dureza de una herida,
va doliendo, marca la huella,
dejando  frío en las cicatrices,
en el pasado que envejece
con la paciencia de un barco hundido.

La vida es el adjetivo de una fecha,
con el sentido de las frases  individuales,
es eso que perdemos una vez,
como un dibujo que pintamos en un charco
que se hace invisible como un sueño
y no respeta ningún trazo de agua.

La vida tiene prisa, se hace memoria,
se forma con la pasión de las cosas pequeñas,
con las miradas que tienen la libertad de los años,
al otro lado de los ojos de cada persona
está esa vida que tiene la puertas cerradas
la que nunca se recuerda porque vive apagada.

Este poema habla
de lo que no se puede separar,
de tus noches que cuidaban de mi,
cuándo elegías las promesas para ser feliz,
recuerdo que cuando llorabas
me hacías entender, que tener
miedo también es tener valor.

Este poema habla
de las cosas que nos hace vivir,
tú inventabas el tiempo que yo necesitaba,
elegías mis sueños para poder dormir,
yo dormía para poder crecer,
ahora entiendo, que rendirse
por una persona no supone
siempre perder la vida propia.

Este poema habla
de lo que no se puede olvidar,
recuerda que en las verdades está lo frágil,
que en el dolor también podías tener un eco,
que podías beber en mi veneno, para morir por mi,
que quién que comparte su vida, para otro,
oculta en lo invisible lo que necesita.

Este poema habla
también cuando ya no estés aquí.

Ellas.

Ellas querían sólo correr en un mundo sin esquinas,
dónde la libertad no fuera mirar atrás,
dónde ser mujer no fuera tener miedo en 
los zapatos.

Ellas querían ser el abrigo de los niños,
dónde amar no fuera tener candados en el corazón.
dónde ser mujer no fuera mirar siempre
por debajo de los hombros.

Ellas querían que quién les toco el corazón 
no le hiciera morir, sino vivir.
dónde las casas no tuvieran las ventanas rotas
dónde ser mujer se convirtiera en un lenguaje
sin miedo.

Ellas querían vivir igual que una rosa
que no la hubiera cortado.
dónde estar sola fuera mejor que estar en soledad,
dónde ser mujer fuera tener huellas y no cicatrices.

Ellas querían ser su lugar en la vida,
dónde la tristeza no fuera la única libertad que les quedará
dónde lo que han callado duele más que los golpes.
donde ser mujer no sea:
Un día menos.
La sangre en la cocina.
Las manos sin caricias.
Los hijos con derrotas.
Un familia, sin madre, sin hija.
Una mujer sin su vida

Yo no voy a dejar de quererte,
tus huellas no dejarán de marcarse
aunque no camines a mi lado.

Puede que ya te olviden otros,
que mi tristeza me haga frágil
para recordarte,
tú sabes que llorar es crear piezas
para completan un puzzle.

Yo no voy a dejar de quererte,
llegará los días que al amanecer
se derrumbe el mundo,
que tu foto lave la cara,
que la luna sea una pelota rota,
que cuando tenga el cuerpo partido
sólo tu abrazo podría unirme el alma.

Puede pasar el polvo por los muebles,
puede que la suerte no este en mis cartas,
puede que la vida se llene de habitaciones
vacías.
Puede dejar de llover, no salga el sol
y siga todo mojado.

Hay ser capaz de decir lo que se va perder
antes de que nos olviden.
Yo no voy a dejarte de quererte
aunque desaparezca la primavera.
El amor que más dura es el que
nunca deja atrás el dolor.

Cumpleaños

Hay veces que apagar una luz
es guardar un secreto.

Tu edad todavía sigue siendo hierba verde,
los años son un traje con cicatrices,
con bolsillos dónde
se guarda lo que duele.

Hay veces que amanece y la vida es
encontrar un tesoro.

Hoy es uno de esos días...
para cruzar los puentes,
para apagar el pasado
y seguir construyendo orillas.

Hay veces que cierras los ojos
para poder ver el futuro.
Hoy es uno de esos días...
para poder cumplir años.

Apagaste la luz.

Fuiste apagando luces, una a una,
como quién deshoja una margarita
esperando que el amor estuviera guardado
en el último pétalo.
La oscuridad siempre te ha quitado
las ganas de vivir y no has pensado
que alguien va a llorar por ti,
que alguien busca tu nombre
al encender las luces.
Has tachado de golpe
todos los días del calendario,
has bebido del agua que
se bebe cuando no tenemos sed.
Las luces que más te alumbraban
empezaban a tiritar y no era necesario el fin
que ocupa el último lugar.
Apagaste la luz de la habitación
y dejaste las cosas como estaban,
cerraste la puerta que se
abre solamente una vez.
Crees que la habitación se ha apagado
 pero sólo tú te has quedado a oscuras.
Ya haces falta en tu cuerpo,
ya haces falta que no seas alguien
inventado, ya hace falta
que no te hayas ido sin apagar la luz.

Hay días que la tristeza se parece
a un desierto apagado.
Hay días que las personas echan
más leña al fuego y no es
para calentar sino para quemar.
La tristeza es la única medicina
que cura cuando sale por
los ojos.

Hay días que la soledad se parece
a un campo de batalla
con un único soldado.
Hay días que las personas te dan
por desaparecido sin llegar a buscarte.
La soledad se parece a un papel
en blanco, arrugado y tirado en el suelo.

Hay días que perseguimos los sueños
para volver, no para ir.
Hay días que las personas  necesitan
soñar con la luz en los ojos.
Los sueños son deseos que lloramos
y creemos que algún día los atrapamos.

Hay días que ser único se parece a poner
el brillo en llamas.
Hay días que las personas piensan
que ser único es ser mejor de lo que uno es.
Pero ser único siempre
es cambiar algo de ti con los demás.

Yo no sé mentir, la única 

forma de decir la verdad

es aquella que se dice

con los ojos enfrente 

de otros ojos, sin pestañear,

aquella que se dice,

cuando tiemblan

las palabras y

sobra la voz.

La verdad sabe que

tiene un único 

viaje, que cuándo

 llega al corazón

siempre se queda

a vivir, se instala junto a las

cosas no dichas y se

siente sola.
Yo siento que la verdad

es una especie de dulzura,

distraída por los embusteros,

y creemos que la única

verdad es la que hiela la vida:

La verdad de la muerte

sólo se pueda salvar

mintiendo a la muerte y 

 no olvidar en la memoria.

La verdad del amor

sólo la puede salvar

poner la mano en fuego

sabiendo que siempre arde,

quién está dispuesto a ser ceniza 

antes que llama.

La verdad de una pena

es apagar la luz,

conocer que la tristeza

es perder las ganas de vivir

sin perder la vida,

es difícil no guardar el dolor

de alguien que lloro por ti,

de alguien que volvió

a los sitios que tu estabas

para recoger tus pies.

Adiós

Ya no le dices "siempre",
ni le susurras al oído un oleaje de ánimo.
Ya no le miras sin maquillaje,
él ya sabe que no es fácil
acabar la vida y seguir viviendo,
ya sabe que no es fácil dejar el tiempo
en pasado sin ningún futuro.
Cuando le mirabas le dibujabas
un horizonte, le decías
coge mi mano y
suelta  tu vida, que yo
te llevo.

Ya no le dices "ahora",
ni le imitas a la hora de soñar,
Ya no te parece que ha nacido
para llevar tu alma.
Él ya sabe que
lo que  aprendió con este amor
no lo puede enseñar a
nadie más.
Él ya sabe que el camino
que se anda sólo,
no deja huellas en la tierra.
Él ya sabe que es un papel
manchado de tinta debajo
de esta historia,
y le has escrito al final
"no puedo"
y es un no te quiero,
y le has dicho "hasta luego"
que es un adiós.
Todo ha cambiado, las mentiras
se disfrazan de verdad, la dignidad
por el orgullo,
el mar de sus ojos
por la sal en las
cicatrices.

Ya no le dices, "contigo
voy a crear un mundo,
a escribir una vida".
Él ya sabe lo que la verdad
esconde siempre duele,
que la mentira es un cuento
dónde la reina juega con un lobo.
Él ya sabe que le has dejado
el miedo y le has doblado
su sonrisa.
Ya no le miras sin ojos
que es como se mira a la
gente que uno quiere.

Ya no le dices, "siempre
pienso en ti",
él sabe que el olvido
es un fantasma que no está muerto.
Él sabe que ponerse de pie
es estar ya de lado.
Ya no te acercas a él,
tus llaves no abren
una caja de sorpresas,
ahora cierran una prisión.

La vida

Yo sé que cuando la vida se tambalea,
crea un precipicio, una caída
y nos caemos hasta el fondo sin volar.

Yo sé que la vida  algunas veces
la llevamos como una batalla,
creemos que todo son derrotas y victorias.

Yo sé que cuando la vida arde en el corazón,
el fuego que más calor da
es el que avivan otras personas y no nos dejan cenizas.

La vida entra en el brillo de unos ojos,
y las pupilas que más alumbran
son las  que vienen de la oscuridad.

La vida que más se parece a uno mismo
es la que acaba cada día con una lucha
y se levanta cuando empieza con la luz de un sueño.

Yo sé que la vida es sólo una cuestión de tiempo
 nos quedamos atrapados de fecha en fecha,
en el reflejo de un recuerdo.

Yo sé que si nos ponemos a vivir en serio,
nos hará falta sólo lo que cabe en un puño cerrado,
lo que se guarda en un secreto.

En la noche
del primer beso.
La vida llegó de
casualidad en esa edad,
los besos que
nos dimos siempre
fueron de verdad.
Quisimos
conocernos sin
preguntar quién éramos,
esa era la forma más
fácil de buscar
cuando estabas perdido.

Cuando llego a sus ojos

Cuando llego a sus ojos
quiero ser una necesidad
para no ser una despedida.
Quiero alguien que
me pueda mirar
cuando me vea.
Quiero que los ojos
puedan dormir con la
capacidad de soñar,
de fotografiar
lo invisible.
Quiero que los ojos
hablen de ti,
que me recuerden
como se paran los
días en primavera.
Cuando llego a sus ojos
se recupera la claridad,
saben que inventar
es mirar cada día
de forma distinta,
yo sé que la
mirada cambia
según en el lugar
de los ojos
donde me
reflejo.

El viaje.

Hay un hombre que grita en el vagón del metro

su voz sigue en el asiento,

grita más fuerte, a su edad ya nadie le escucha,

su cuerpo tiene más memoria que vida,

su cara tiene el valor de una

moneda perdida.

Ese hombre se parece a todos nosotros,

y creemos que la nieve no

ocultará nuestro reloj,

y creemos que nuestro vagón siempre

para en andenes dónde nos esperan

pasajeros.

Hay muchos gritos dentro de los hombres

esa voz tiene más significado

que fuerza.

Ahora las palabras son días de

calendario, anuncios de citas

anotadas en un papel, todo

lo que se dice se parece

a una burocracia que se ha creado

para no sentir nada.

Quizás todos los hombres

gritamos a la vez, creemos

que el dolor que más duele

es el que llevamos dentro,

y la voz que más suena

siempre no es la de nosotros,

cada persona tiene la libertad

que le damos los demás,

el grito va hacía fuera

pero el dolor siempre sacude

para dentro,

la vida es como un vagón

que circula sin pasajeros,

se bajan todos

y vivimos de oídas sin

escuchar a nadie.

Hay un hombre que grita en el vagón de metro,

no hay nadie,

la luz parpadea con miedo en cada grito,

el vagón sigue por un raíl de tiempo

pasan los días de la madrugada,

el viaje siempre acabará al final de la noche. 

Yo me conformo con abrir
los armarios y ver los colores
doblados sobre sus ropas.
Esperar junto a un reloj
que siempre llega tarde,
correr por los instantes
de la vida y detener
mis pensamientos junto
 sus realidades.
Yo me conformo con ver los
ojos de la buena gente,
eso ojos que tiene color
de cielo y mirada de
costumbre.
Detrás de cada mirada
 está la magia
que hace un truco
en cada pestañeo,
así debería ser
la vida y no
la ruina de una
mirada no correspondida.
Yo me conformo con vivir
de casualidad, la vida
no se elige,
la gente que te quiere
no se elige,
está todo lleno de casualidad,
las estrellas de esta
noche guardalas en los ojos,
los amigos de hoy
llévalos a la cima de tu pecho,
no hay cordura si
la vida es vivir en un espejo,
la vida sólo está en
equivocarse y seguir,
si la vida está aquí es
por casualidad.

16 de Julio.

Entonces llega Carmen.
Carmen se quita la vida cada día
para dársela a otros,
como si fuera el único vestido
que tiene.
También llega María.
María hace un tiempo
que cree que el futuro
ya no se escribe
con la palabra nunca.
Carmen y María
son amigas,
ya no se conforman,
que escriban
encima de sus heridas
el nombre de quién no las merece.
María y Carmen,
han aprendido que la vida es un
agujero dónde vamos cayendo
y creemos que volamos,
pero sólo vuela quién
construye un cielo.
Entonces llegan María y Carmen
las dos me conocen,
las dos algunas veces
son una.

Perder

Tú no sabes lo que es perder,
cualquiera puede salir
derrotado, uno puede
perder una moneda
al tirarla al cielo para
encontrar la suerte,
o perder la suerte
cuando ya no tienes
monedas.
Tú no sabes lo que es perder,
no puedes confundir
salir derrotado que
estar perdido,
al tirar la vida al suelo
siempre nos quedará
quedarnos quietos
o alzar el vuelo.
Tú no sabes lo que es perder,
hay personas que
no se necesitan
y no se rinden,
eligen que tener miedo
es la mejor victoria.
Tú no sabes lo que es perder,
sólo lo que no se busca
está perdido,
hay derrotas que te
enseña a vivir,
hay victorias que
te enseña a morir.

Recuerdos

 Las emociones
se va deshaciendo,
la inquietud
del pasado ya
desnuda el tiempo.
 La memoría fue naciendo
del insomnio
de los recuerdos.

Los palabras
siempre sugieren
un regreso diminuto,
pero los actos son
los relatos que
escriben vidas.
Un recuerdo
es una traición
de un desaparecido.

Ahora que necesitamos
vivir del ayer
no es un mal acierto,
quizás un recuerdo
que no se guarda
no sea verdad.

Sigo aquí.

No creas que no sigo aquí,
no creas la mentiras de los ojos,
ellos sólo buscan donde
no se puede ver.
Que falsa es la vida
te va hacer creer
que tengas miedo,
para no mirarme.
Yo te espero,
quiero salvarte la
vida que te queda,
la suerte cambia según
los dados que cojas,
no los números que
te salgan.
No creas que te voy a cambiar,
nadie puede olvidar
a quién no tiene
reemplazo.
Que falsa es la distancia,
sólo es un minuto de silencio,
huye de ella
para escucharme a mi.
No creas que es
el último día de nuestra vida,
hoy parece que arde el día
pero también el humo
duda cuando va la cielo.
No creas que me he ido,
sólo si sabes mirar
en un espejo
podrás reflejar un recuerdo.

Aquí estoy yo

 Aqui estoy yo,
en la aduana que
separa tu presencia cuando llegas o
cuando te vas.
En el límite que se forma
al cerrar los ojos para crear
un sentimiento del
mismo idioma.
No sobra ni el aire
cuando somos nosotros,
cuando lo único que
sabemos que estar invisible
es tener el valor de
seguir siendo el eco.

Aquí estoy yo,
en cada uno de los días
que nace al norte de donde venimos,
para ser como un pronóstico,
ya que lo único que es cierto
es que tu presente
quizás sea un gobierno de un destino.

A un lado me parezco a ellos
al otro sólo están mis manos,
ya que sabemos que ser feliz
no es ganar victorias
sino no hacer guerras.

Todos buscamos un lugar
de donde no podamos huir
aunque queramos,
allí estoy yo, donde
 no desaparece lo
que se pierde.

Hace tiempo que la vida me habla de ti.

Hace tiempo que la vida me habla de ti,
me cuenta como has crecido
pero aún eres un niño
con la claridad del agua.
Me cuenta que dentro de ti
hay puertas solitarias con
cerraduras de hombre.
Hace tiempo que la vida me habla de ti,
me cuenta que tus manos
 trazan abrazos
alrededor del corazón,
que tus ojos encienden
oportunidades en
mi casa.
Hace tiempo que la vida me habla
de ti y de mi.
Me cuenta que están creciendo
montañas en nuestros paisajes,
que deberas subir sólo
cuando gire la vida.
Me cuenta que los corazones más pequeños
son los que más necesitan
mi mano en el pecho
para que la vida siga hablando de ti y de mi.

Tal vez hoy.

En la vida lo que se ve, no es lo que parece:
La soledad existe también en las multitudes,
es necesario ir donde se acumulan espacios en el alma.
El dolor siempre sacude hacía adentro
es necesario ir donde la primavera es el motivo.
El silencio ensaya con la voz
y a luz flota sobre el aire
 cuando se oscurecen los ojos.
La tristeza nunca podrá ser una heroína
pero la dignidad ganará siempre la última batalla.
Ser nadie no es ser nada
y siempre necesito contar conmigo.

Un poema

En el perfil de una hoja está el poema.
En el anverso sólo letras negras.
En el reverso se transparentan los sentimientos.

En la derrota que existe en algún destino,
espera lento el verso,
para construir la línea
entre dos fuegos que son nuestros.

En el perfil de un poema estoy desaparecido.
En el anverso está un cuento para dormir
En el reverso están las horas dificiles.

 El miedo está en escribir lo que no quiero saber,
espero partir un recuerdo con un poema,
ya que para construir una victoria
ya sólo me falta una mentira
ya sólo me falta un olvido.

Mayo

 

Sabes que tu último cansancio
es un paisaje en la pared.
Que para mi no
has muerto ninguna vez todavía.
Sólo la soledad ahora
es una pieza más de tu cuerpo.
Sabes que la muerte
es una mentira que todos creemos.
Que él que no te quería
no tiene derecho a decir tu nombre.
Tú muerte no existió
aquella tarde de mayo
porque escondí tu vida
en mis objetos perdidos.
Tal vez es necesario mentir
para volver a ser niña
para saber que eres un ángel
y me has prestado tus alas.
Sabes que hay personas
que desembocan en los ojos
sin inundar las miradas.
Me pregunto:
¿Quién consuela las casas vacías?
Voy de todos lados a tu nombre,
no espero encontrar tu vida
al final de la muerte.
Sabes que los recuerdos
que tengo de ti
nunca son palabras en pasado,
que nunca se olvida
a quién te habló al oído.
Sabes que aún
estás aquí, que te
sientas a mi lado
pero juegas al escondite.
Sabes que te sigo queriendo,
cierro los ojos, aparto
las tristezas
y se te ve feliz
en este mes de mayo.

20 de mayo.

La puerta está cerrada y no estás tú,
la habitación guarda el último cansancio
lo mismo que un paisaje en la pared,
pero no has muerto ninguna vez todavía
sólo tengo la soledad que es una pieza de tu muerte
pero mi recuerdo es posible gracias
que llevo dibujadas tus manos en las mías.
Quien no te quería no tiene derecho a decir tu nombre,
tu muerte no existió aquel veinte de mayo,
escondí tu vida en mi corazón
ya que perderte es apagar un latido.
Tal vez es necesario mentir ahora que
soy una mujer para volver a ser niña.
Una niña siempre sabe que ángel
le puede prestar las alas,
que personas desembocan en los ojos
sin inundarle la mirada. Me pregunto desde entonces
¿quién consuela la casa vacía?
yo voy de todos los lados a tu nombre
hay un día en cada calendario

Tú me ayudas a vivir.

Tú me ayudas a vivir madre,
has visto mis lágrimas
correr como un río que intentaba ahogarme,
pero sabías  nadar dentro de mi
para naufragar conmigo.

Tú me ayudas a sentir madre,
has visto mi tristeza
que era un dolor con muchos heridos,
pero sabía que eras la
persona que cura  heridas sin cicatrices.

Tú me ayudas a vivir madre,
tu amor no tiene nombre de regalo,
tienes la fuerza para decirme adiós
y ser feliz, porque tu amor
se da a golpes de silencio.

Tú me ayudas a querer madre,
porque el amor que no buscamos
es el que dura más de una vida,
miro mis ojos, mis manos, mi fondo,
ahí en la sangre corre
nuestro camino, madre.

Todo es mentira.

Todo es mentira, los autobuses
que van a los trabajos,
no viajan a ningún lugar,
necesitan el sueño
de las personas que van en ellos.
Todo es mentira, los besos que
se dan en las televisiones
ya no salvan los corazones
de las personas.
Quizás yo sea verdad, la mentira
sólo me hace ese bien.
Todo es mentira, la gente
no necesita la verdad,
ya que cambia los
recuerdos por olvidos.
Todo es mentira, hoy los
días anochecen antes
ya que algunas veces
no hay motivo para amanecer.
Quizás yo sea mentira, la verdad
te hace ser nadie.

Siempre.

Siempre nos queda el corazón que
es la estatua de un olvido.
Él que esperar junto a un reloj
renuncia en llegar a tiempo.
Siempre nos queda la otra edad
dónde inventamos la vida.
Él que espera junto a su pasado
renuncia a un futuro.
Siempre me conformo con la razón
que no llega muy lejos.
Él que espera junto a un sueño
renuncia a dormir con uno mismo.
Siempre me queda ser el segundo
hombre, el sinónimo de una sombra
que nace con la costumbre de
preguntar quién existe
cuando otros nunca te ven.
Él que espera verse dentro de una
libertad ya esta cercado por una
cadena.
Siempre nos esta dejando atrás la vida
necesitamos correr para ir a tiempo.
Él que espera ser algo
sólo debe cambiar la forma de amanecer,
porque sólo con la luz existe el sol.