sábado, 24 de agosto de 2019

Cuando llego a sus ojos

Cuando llego a sus ojos
quiero ser una necesidad
para no ser una despedida.
Quiero alguien que
me pueda mirar
cuando me vea.
Quiero que los ojos
puedan dormir con la
capacidad de soñar,
de fotografiar
lo invisible.
Quiero que los ojos
hablen de ti,
que me recuerden
como se paran los
días en primavera.
Cuando llego a sus ojos
se recupera la claridad,
saben que inventar
es mirar cada día
de forma distinta,
yo sé que la
mirada cambia
según en el lugar
de los ojos
donde me
reflejo.




viernes, 16 de agosto de 2019

El viaje.


Hay un hombre que grita en el vagón del metro
su voz sigue en el asiento,
grita más fuerte, a su edad ya nadie le escucha,
su cuerpo tiene más memoria que vida,
su cara tiene el valor de una
moneda perdida.
Ese hombre se parece a todos nosotros,
y creemos que la nieve no
ocultará nuestro reloj,
y creemos que nuestro vagón siempre
para en andenes dónde nos esperan
pasajeros.
Hay muchos gritos dentro de los hombres
esa voz tiene más significado
que fuerza.
Ahora las palabras son días de
calendario, anuncios de citas
anotadas en un papel, todo
lo que se dice se parece
a una burocracia que se ha creado
para no sentir nada.
Quizás todos los hombres
gritamos a la vez, creemos
que el dolor que más duele
es el que llevamos dentro,
y la voz que más suena
siempre no es la de nosotros,
cada persona tiene la libertad
que le damos los demás,
el grito va hacía fuera
pero el dolor siempre sacude
para dentro,
la vida es como un vagón
que circula sin pasajeros,
se bajan todos
y vivimos de oídas sin
escuchar a nadie.
Hay un hombre que grita en el vagón de metro,
no hay nadie,
la luz parpadea con miedo en cada grito,
el vagón sigue por un raíl de tiempo
pasan los días de la madrugada,
el viaje siempre acabará al final de la noche.
 

viernes, 2 de agosto de 2019

Yo me conformo con abrir
los armarios y ver los colores
doblados sobre sus ropas.
Esperar junto a un reloj
que siempre llega tarde,
correr por los instantes
de la vida y detener
mis pensamientos junto
 sus realidades.
Yo me conformo con ver los
ojos de la buena gente,
eso ojos que tiene color
de cielo y mirada de
costumbre.
Detrás de cada mirada
 está la magia
que hace un truco
en cada pestañeo,
así debería ser
la vida y no
la ruina de una
mirada no correspondida.
Yo me conformo con vivir
de casualidad, la vida
no se elige,
la gente que te quiere
no se elige,
está todo lleno de casualidad,
las estrellas de esta
noche guardalas en los ojos,
los amigos de hoy
llévalos a la cima de tu pecho,
no hay cordura si
la vida es vivir en un espejo,
la vida sólo está en
equivocarse y seguir,
si la vida está aquí es
por casualidad.










Las hojas de un libro.

Cuando se pasan las hojas de un libro hacemos viento escrito, vuelan palabras desordenadas. Cuando se tocan las hojas de un libro en esencia...