Las personas son lugares.

Los lugares donde las personas están en silencio

es donde hace más frío.

En los lugares donde hay precipicios

se han roto todos los puentes.

Todos los lugares que hemos estado van

guardando un espacio para nosotros.

Los lugares que se comparten entre personas

no debe haber nadie oculto.

Los lugares son lo contrario del tiempo,

a más lugares menos tiempo en ellos.

Siempre existen más mundo que lugares

y lugares que no están en este mundo.

Hay lugares que no se ven con los ojos 

porque están dentro de ellos.

Cuando nos vayamos de algún lugar no debemos

olvidar dejar nuestros secretos en nuestros hechos.

Dentro de un poema.

 Hoy vuelvo a estar dentro de un poema,

he apagado las luces para guardar los sueños

para cuando haya luz ya sean deseos.

Hoy vuelvo a estar dentro de un poema,

ya se buscar los caminos para saber

donde no debo ir.

Hoy vuelvo a estar dentro de un poema,

lo contrario de lo que no digo intenta convencerme,

ya todo se puede sustituir porque no tengo nada.

 9 Aforismos

1.Algunas veces para conseguir la igualdad deberemos utilizar el signo más que el igual.

2. Hay personas que son capaces de cavar tumbas para guardar el sol y

dejarnos sin veranos.

3.La fidelidad es el acto de darse la vuelta en la huida.

4.La fidelidad es amarrar la cuerda de otro a nuestro cuello.

5.La fidelidad no es una mano que ofrece, sino una mano que agarra.

6. Un niño es alguien que cuando mira  hacía atrás aún no tienes huellas,

y  cuando mira hacia adelante y aún no tiene zapatos.

7. Avivar un fuego es la única forma de ser luz antes que ceniza.

8. No podrás salir del corazón donde has latido alguna vez.

9. Con la altura de un niño sus pies soportan menos peso  pero más vida,

quiere llegar a coger las nubes con las manos, en un acto para unir la tierra y el cielo.

Puede ser.

Puede ser que hoy se caiga el cielo,
las estrellas rodarán por lo caminos
y volverán a iluminar habitaciones donde
no duerme nadie.

Puede ser que te haya dado el tiempo que no me queda,
todo es tan rápido, todos los días no se acaban
a la misma hora, quisiera darte más tiempo
y ser tu tic-tac para tu oído, tu reloj interior.

Puede que la mejor forma de vivir, sea vivir despierto
cada vez que cerramos los ojos
sumamos una pequeña muerte a la vida,
cuando te veo intento seguirte con la mirada
y que tu cuerpo me mueva los ojos.

Puede ser que las personas que están quietas
son las que siempre esperan que llegue la primavera,
son las que están al final del camino que tenemos
en la espalda.
Son las que nos esperan incluso cuando las olvidamos.

Puede que en esta vida seamos unos perdedores
que el secreto para no perder sea no ganar,
que vivir en el cansancio de tener suerte
sólo nos hacer ser siempre una moneda en el aire.

 Una señal es mirar

a un punto fijo
para encontrar el horizonte,
para ver el sol perfecto,
ese que ilumina pero no quema.

Una señal es buscar tu foto
en un cajón, para ver
el tiempo que viene detrás
y pensar que cuando te miro
dentro de una fotografía
nadie puede entrar en ese instante.

Una señal es abrir la puerta,
esperarte en silencio,
escuchar desde lejos
un ruido rompiendo huellas
de los antiguos caminos.

Un señal es levantar la mirada
ver tu silueta sobre la luz,
ver tu sombra en el suelo,
ver tu aire sobre el viento,
ver tu cuerpo sobre este vacío.

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Todos los días vuelve.

Vuelve a caer cada mañana
sus huesos golpean el mundo,
los golpes que más duelen
son los que suenan hacía
 dentro de cada uno.

Vuelve a tener  miedo,
sólo él que tiembla no dice mentiras,
el miedo que más le asusta
siempre aparece cuando
 no tiene culpa de nada.

Vuelve a soñar y llora,
se acaba el sueño y sigue
llorando con los ojos abiertos,
la vida siempre es más
lenta cuando estás sólo.

Vuelve a levantarse
se sienta junto a su sombra
mira por el espejo
ha aprendido que
el tiempo siempre los recordará.

Las diez de la noche.

La calle cada vez se hacia más larga,
yo sabía que la suerte también se acababa,
 entonces me acerqué a ella sin respuestas
era la mejor forma de sobrevivir a sus preguntas.

Al llegar a ella apagué mis ojos
 para amar siempre debí de ser un ciego,
entonces me dio su nombre
porque había poco que decir y
mucho que hablar en silencio.

Quizás ella todavía no me quería,
yo sabía que no pierde quién no huye
y que sin querer,  también se puede querer.

 Quizás el primer beso no sea el mejor recordado,
cuándo todavía no le he dado el último.
Y los días que más recuerdo son los que no han acabado.