cogíamos entre las manos,
se acabará el cielo
de nuestra bola de cristal.
Pero no te acabes nunca,
para decirte que el
daño no nombra tu nombre.
Se acabará la edad dónde
nos decíamos todavía,
se acabarán los veranos
llenos de días sin noches.
Pero no te acabes nunca,
para decirte que los
recuerdos nombran tu nombre.