Hace tiempo que la vida me habla de ti.

Hace tiempo que la vida me habla de ti,
me cuenta como has crecido
pero aún eres un niño
con la claridad del agua.
Me cuenta que dentro de ti
hay puertas solitarias con
cerraduras de hombre.
Hace tiempo que la vida me habla de ti,
me cuenta que tus manos
 trazan abrazos
alrededor del corazón,
que tus ojos encienden
oportunidades en
mi casa.
Hace tiempo que la vida me habla
de ti y de mi.
Me cuenta que están creciendo
montañas en nuestros paisajes,
que deberas subir sólo
cuando gire la vida.
Me cuenta que los corazones más pequeños
son los que más necesitan
mi mano en el pecho
para que la vida siga hablando de ti y de mi.

Tal vez hoy.

En la vida lo que se ve, no es lo que parece:
La soledad existe también en las multitudes,
es necesario ir donde se acumulan espacios en el alma.
El dolor siempre sacude hacía adentro
es necesario ir donde la primavera es el motivo.
El silencio ensaya con la voz
y a luz flota sobre el aire
 cuando se oscurecen los ojos.
La tristeza nunca podrá ser una heroína
pero la dignidad ganará siempre la última batalla.
Ser nadie no es ser nada
y siempre necesito contar conmigo.

Un poema

En el perfil de una hoja está el poema.
En el anverso sólo letras negras.
En el reverso se transparentan los sentimientos.

En la derrota que existe en algún destino,
espera lento el verso,
para construir la línea
entre dos fuegos que son nuestros.

En el perfil de un poema estoy desaparecido.
En el anverso está un cuento para dormir
En el reverso están las horas dificiles.

 El miedo está en escribir lo que no quiero saber,
espero partir un recuerdo con un poema,
ya que para construir una victoria
ya sólo me falta una mentira
ya sólo me falta un olvido.

Mayo

 

Sabes que tu último cansancio
es un paisaje en la pared.
Que para mi no
has muerto ninguna vez todavía.
Sólo la soledad ahora
es una pieza más de tu cuerpo.
Sabes que la muerte
es una mentira que todos creemos.
Que él que no te quería
no tiene derecho a decir tu nombre.
Tú muerte no existió
aquella tarde de mayo
porque escondí tu vida
en mis objetos perdidos.
Tal vez es necesario mentir
para volver a ser niña
para saber que eres un ángel
y me has prestado tus alas.
Sabes que hay personas
que desembocan en los ojos
sin inundar las miradas.
Me pregunto:
¿Quién consuela las casas vacías?
Voy de todos lados a tu nombre,
no espero encontrar tu vida
al final de la muerte.
Sabes que los recuerdos
que tengo de ti
nunca son palabras en pasado,
que nunca se olvida
a quién te habló al oído.
Sabes que aún
estás aquí, que te
sientas a mi lado
pero juegas al escondite.
Sabes que te sigo queriendo,
cierro los ojos, aparto
las tristezas
y se te ve feliz
en este mes de mayo.

20 de mayo.

La puerta está cerrada y no estás tú,
la habitación guarda el último cansancio
lo mismo que un paisaje en la pared,
pero no has muerto ninguna vez todavía
sólo tengo la soledad que es una pieza de tu muerte
pero mi recuerdo es posible gracias
que llevo dibujadas tus manos en las mías.
Quien no te quería no tiene derecho a decir tu nombre,
tu muerte no existió aquel veinte de mayo,
escondí tu vida en mi corazón
ya que perderte es apagar un latido.
Tal vez es necesario mentir ahora que
soy una mujer para volver a ser niña.
Una niña siempre sabe que ángel
le puede prestar las alas,
que personas desembocan en los ojos
sin inundarle la mirada. Me pregunto desde entonces
¿quién consuela la casa vacía?
yo voy de todos los lados a tu nombre
hay un día en cada calendario

Tú me ayudas a vivir.

Tú me ayudas a vivir madre,
has visto mis lágrimas
correr como un río que intentaba ahogarme,
pero sabías  nadar dentro de mi
para naufragar conmigo.

Tú me ayudas a sentir madre,
has visto mi tristeza
que era un dolor con muchos heridos,
pero sabía que eras la
persona que cura  heridas sin cicatrices.

Tú me ayudas a vivir madre,
tu amor no tiene nombre de regalo,
tienes la fuerza para decirme adiós
y ser feliz, porque tu amor
se da a golpes de silencio.

Tú me ayudas a querer madre,
porque el amor que no buscamos
es el que dura más de una vida,
miro mis ojos, mis manos, mi fondo,
ahí en la sangre corre
nuestro camino, madre.