martes, 8 de octubre de 2019

Yo no sé mentir, la única 
forma de decir la verdad
es aquella que se dice
con los ojos enfrente 
de otros ojos, sin pestañear,
aquella que se dice,
cuando tiemblan
las palabras y
sobra la voz.
La verdad sabe que
tiene un único 
viaje, que cuándo
 llega al corazón
siempre se queda
a vivir, se instala junto a las
cosas no dichas y se
siente sola.
Yo siento que la verdad
es una especie de dulzura,
distraída por los embusteros,
y creemos que la única
verdad es la que hiela la vida:
La verdad de la muerte
sólo se pueda salvar
mintiendo a la muerte y 
 no olvidar en la memoria.
La verdad del amor
sólo la puede salvar
poner la mano en fuego
sabiendo que siempre arde,
quién está dispuesto a ser ceniza 
antes que llama.
La verdad de una pena
es apagar la luz,
conocer que la tristeza
es perder las ganas de vivir
sin perder la vida,
es difícil no guardar el dolor
de alguien que lloro por ti,
de alguien que volvió
a los sitios que tu estabas
para recoger tus pies.








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